Ha pasado mucho tiempo, ¡¡¡pero finalmente hemos vuelto!!!. Sin más dilación paso a haceros una de las muchas reseñas que formarán parte de la nueva era del blog (que jefe ha quedado esto, ¿verdad?).

En 1996 Norma Editorial publicó este manga en kazenban (volumen de gran tamaño), un hecho bastante curioso teniendo en cuenta que por aquel entonces el 99% de ese tipo de publicaciones eran en formato grapa, posiblemente en imitación al mercado americano. Y hay que alabar el buen trabajo que hicieron conservando las páginas a color, las dimensiones y la solidez de la edición original. Pero la curiosidad más grande a la que va vinculada este manga es su "duración". Desde la publicación del primer volumen hasta su reedición y finalización con un segundo (a pesar de que en un principio fue planteada como trilogía) pasaron nada menos que 10 años, entre los cuales los derechos del título en España pasaron a ser de la Editorial Planeta. Lo primero que uno piensa al ser partícipe de este histórico retraso es en un potencial mal hacer por parte de las editoriales españolas, pero sin que siente precedente no es el caso, ya que fue el propio autor el que dejó la obra aparcada durante tantísimo tiempo.

Ya pasando a hablar de la obra en si os pondré en situación. La Dama de Faris es una de las varias adaptaciones manga del universo que actualmente en nuestro país se conoce como Las Crónicas de Lodoss. Concretamente esta versión narra los hechos acontecidos varias décadas antes de la parte más conocida de la saga, protagonizada por Parn, Deedlit y sus compañeros. En este caso el peso de la historia recae principalmente sobre Fawn, Beld y Fraus, aunque también harán acto de presencia otras figuras importantes de la saga, como Wort y Karla, la Bruja Gris.

Y hablando de las batallas es un buen momento para hablar del apartado técnico, uno de los puntos más fuertes de la obra. El dibujo de Akihiro Yamada se aleja mucho del estandar de dibujo manga habitual, aunque no llega a salirse del género (no hace falta ni que amplieis las imágenes de la entrada, algo recomendable por otra parte, para daros cuenta de ello). El estilo detallado y realista recuerda a una combinación de los estilos japonés y europeo, y muchos lo han llegado a comparar especificamente con el estilo de Frazetta. Al trabajado trazo hay que unirle una dinámica bastante peculiar. Sin abandonar una buena sensación de movimiento cuando es necesario, gran parte de las viñetas de La Dama de Faris recuerdan a murales antiguos en cuanto a composición (como los que se pueden ver en la introducción de la OVA de Las Crónicas de Lodoss, por ejemplo), completando un apartado artístico muy característico y personal.
En resumen, se trata de una obra que no solo disfrutarán los amantes de Lodoss, si no cualquiera que guste de una buena historia de fantasía épica, sin que sea necesario que tenga una predilección especial por el manga. Además, por la brevedad y naturaleza de precuela de esta obra, es un punto de partida muy recomendable para introducirse en Las Crónicas de Lodoss.
¡Nos leemos!.
¡Nos leemos!.
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